lunes, octubre 6

Primavera III

Tengo tanto miedo de morirme en primavera.
como si los días cálidos augurarán un mal presagio.
Nunca antes había pensado en el fin,
Nunca antes había imaginado ese día.
Que inevitablemente llegará,
de la mano de la noche,
danzando sereno su funesto ballet,
Vociferando su inevitable nada.

Aunque bello sería, un descanso eterno.
Donde los amores amanecerían,
oponiéndose a los escándalos e injusticias
que adhieren a esta vida, su pestilente presencia.

Me prefiero así.
Centinela del minuto, piadoso del segundero.

Aguardando que la creencia
que nunca poseí
adquiera su forma y su respuesta.
Otorgándome otro principio.
Esa hermosa ilusión de los mortales.

Mientras tanto,
la primavera corre en torrentes cálidos.
Repleta de flores, que coronan mi premonición.
Quemando mis días
Ocupando mi escaso tiempo.
Castigando a mi destino condenado.
Me he adueñado del lamento
y soy ajeno a mi suerte.
Que lástima compadecerme así.
Será qué esta calidez es el infierno.
Qué se viene a cobrar no se qué.

Tengo tanto miedo de morirme en primavera,
Que mejor me acompaño en el sentimiento
y recibo esa brisa veraniega con una tibia sonrisa.

No hay comentarios: