
en una nave me subí aquella mañana para poder llegar, sabías que era yo a quien esperabas nos reconocimos como a un amor de verano y más allá… las sonrisas de los otros
mi asombro
imantado a tu intuición
me esperabas como el amor
bocaditos cabsha
nos besamos en dedos
toda la mañana
y no sabías y sabías que era yo
un viaje largo
de pedales en altura
con vértigo en la panza
dos veces
llegué volando
pez pico nadando en tierra
y una ventanita por donde se escapaba siempre
siempre mi esperanza
te quise desde lejos y desde nunca
en la presencia cotidiana
bravísimo instinto que te rompe la razón
felicidad plena
instantes de arco iris en los ojos
crepusculares verdes
cuándo nos vamos del todo volvemos
cielo azul como una cama
y un descanso de nube
colgado de hilos
luna sonriente
perdoname tantas cosas
que me olvidé de darte mi boca
en tu boca de beso
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